Isaac Viñales, la ambición tranquila

21 MAYO 2021

Integrante de una familia de amplia tradición motera, el piloto de Girona aspira a consolidarse en World Suberbike con la Kawasaki del Orelac Racing VerdNatura

A Isaac Viñales la oportunidad de competir en la categoría reina del Campeonato del Mundo MOTUL FIM Superbike le ha llegado en el momento oportuno. A sus 27 años, este piloto nacido en la localidad de Llançà, al norte de la Costa Brava, da el salto a WorldSBK después de completar dos sólidas campañas en World Supersport que le han acreditado para afrontar con garantías esta nueva aventura.

Miembro de una familia donde las dos ruedas siempre han estado presentes, Isaac es primo del piloto de MotoGP™ Maverick Viñales y este año las ramificaciones del clan se extienden también a WorldSSP300, donde su tío Ángel ha puesto en marcha una escudería en la que competirá el miembro más joven de la familia, Dean Berta Viñales. “Sí, somos una familia muy motera” cuenta el piloto. “Nuestros padres de jóvenes ya iban en moto, no hacían carreras, pero sí que salían en moto. Después mis primos mayores empezaron a ir en moto, Maverick y yo nos juntamos con ellos y empezamos a hacer carreras ya de pequeños, nos llevaban nuestros padres. ¡La verdad es que nunca imaginamos que íbamos a acabar dónde hemos acabado!”

Viñales llegó al paddock de World Superbike en 2019, buscando un giro en su carrera después de tres temporadas en Moto2™ en las que encontró muchas dificultades para obtener posiciones destacadas. Unos cuantos resultados en el top 10 entre 2016 y 2018 supusieron un balance escuálido para un piloto que quería pelear delante y que había sumado podios y vueltas rápidas en su etapa precedente en el Campeonato del Mundo de Moto3™.

La redención llegó en su nuevo hábitat y de la mano del Kallio Racing. Cosechó tres podios en su primera campaña con la Yamaha YZF R6 de la escudería finlandesa y sumó otros dos el año pasado, en un curso que evidenció no sólo su progresión en la categoría sino también que mantenía su garra competitiva. No venció, pero convenció con sus aguerridas peleas en la parte delantera del grupo, y llamó la atención del Orelac Racing y de su patrón, Jose Calero. La escudería con sede en Valencia buscaba un piloto solvente para encabezar su nuevo proyecto en la categoría reina y puso el foco en Viñales, atendiendo a su filosofía de ofrecer nuevas oportunidades a pilotos jóvenes con proyección.

Los retos que Viñales ha descubierto desde su llegada al garaje del Orelac no son menores: Nueva cilindrada, nuevo equipo, nuevo fabricante y nueva moto; y una electrónica en esa Kawasaki ZX-10RR que el motociclista catalán está esforzándose en desentrañar: “Sólo hemos rodado dos días con la moto nueva, pero estamos con muchas ganas de ver qué pasa” explica Viñales, ya inmerso en la recta final de la pretemporada. “En el test de Barcelona aún iba muy perdido, era la primera vez que corría con la moto nueva y con esta electrónica, pero la impresión es que esto es otro nivel, la gente va muy rápida y tocará apretar los puños”.

Sin embargo, su enfoque y el del equipo es el de evitar la precipitación y los errores de los rookies que llegan a una parrilla con excesivas ansías: “Me propongo hacerlo lo mejor posible y aprender, sin ponerme nervioso. Lo importante es ir progresando y a final de año empezar a sacar la cabeza si puede ser. Pero de momento vamos a empezar muy tranquilos”.

No habrá presión para Viñales en sus primeras batallas en la ultra competitiva parrilla de WorldSBK, sólo la que él mismo se imponga: “En el Orelac me han dicho que vaya paso a paso, que hay que ir aprendiendo y que los pilotos con los que voy a competir llevan muchos años con la misma moto, y nosotros venimos de competir con una moto que iba sin electrónica, por lo tanto ahora hay que hacer kilómetros y aprender. Vamos a hacerlo carrera a carrera, ahí es donde aprenderemos de verdad y veré las diferencias, así que tengo muchas ganas de que llegue la primera”.

Aunque al principio Viñales no pueda batallar al frente del grupo, sus intensos duelos del año pasado con rivales como Andrea Locatelli o Lucas Mahias – ahora de nuevo en su misma parrilla también como debutantes- hacen prever que ahí donde le toque pelear habrá espectáculo asegurado.