El joven piloto checo Oliver König se estrenó en el Campeonato del Mundo de Superbikes con trabajo duro, entrega y la demostración de que su progresión lo puede llevar a él y al equipo, el Orelac Racing Verdnatura, a posiciones importantes a lo largo de la temporada. A pesar de contar con solo veinte años recién cumplidos, su trabajo durante todo el fin de semana fue magnánimo, adquiriendo conocimientos y creciendo junto al equipo ante las adversidades. Eso le hizo rodar desde los primeros entrenamientos junto a pilotos consagrados en una competición tan dura y exigente como el Campeonato del Mundo de Superbikes. Las posiciones en carrera quedaron en un segundo plano (22º, 23º y 22º) ante los avances conseguidos con la Kawasaki ZX-10RR, una motocicleta de gran cilindrada con la que nunca había competido. “Nos ha sorprendido muchísimo que un chaval tan joven, recién cumplidos los veinte años y viniendo de una moto mucha más ligera, haya podido lograr lo que ha conseguido. Su evolución va a ser meteórica. Ha rodado en tiempos de pilotos muy consolidados. Es cierto que la presión le pudo pesar, con una pequeña bajada en el final de carrera. Nos va a dar muchas alegrías, lo tengo claro. En el equipo estamos muy contentos con su rendimiento e implicación y el trabajo conjunto ha sido magnífico durante todo el fin de semana”, destacó el jefe de equipo, José Calero.

La próxima cita del Mundial será en 'La Catedral', Assen, que tiene una historia casi inigualable en el motociclismo, siendo el único lugar que ha celebrado una ronda del Campeonato del Mundo de MotoGP todos los años desde su creación en 1949 (con la excepción de 2020 , debido a la pandemia de COVID-19). También acoge carreras de WorldSBK desde 1992 y celebró su 25º aniversario como sede de WorldSBK en 2016. Assen es capital del motociclismo por su prestigio y los fines de semana de carrera son disfrutados por los miles de aficionados que llenan las gradas.